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PARROQUIA DE SAN BARTOLOMÉ - JAÉN
MEMORIA
CONVIVENCIA PARROQUIAL 2008
¡LANZARSE AL AGUA!
5 de octubre de 2.008
Seminario Diocesano
HORARIO
10:00 Acogida
10:15 Oración
10:45 Presentación
convivencia y objetivos.
11:00 1º
bloque: Las aguas que nos encontramos.
12:00 Pausa.
12:15 2º
bloque: Encontrarse con Jesús que anda sobre el agua.
13:45 Pausa –
aperitivo.
14:15 Comida.
16:00 3º bloque:
El agua en la que nado.
17:00 Pausa.
17:15 4º
bloque: Olas, resaca y calma.
18:00 Merienda.
18:30 5º
bloque: Zambullirse.
19:30 Preparación
de la Eucaristía.
20:00 Eucaristía.
21:00 Despedida.
MEMORIA CONVIVENCIA PARROQUIAL - 5/OCTUBRE/2008:
“¡LANZARSE AL AGUA!
1.
SE HA DESARROLLADO en la sala gimnasio que hay en las instalaciones del Seminario Diocesano en
la calle Juan Montilla.
2. En cuanto a LOS QUE HAN COORDINADO: Tras varias consultas a distintos catequistas y animadores de la
Parroquia sobre si querían colaborar en la organización, la
responsabilidad finalmente ha recaído en el párroco D. José Lomas, Conchi
Martínez, Mati Martínez, Javier Porras e Hilario Gómez: dos catequistas, un animador de varias áreas,
y un miembro de cáritas respectivamente. Hemos mantenido 2 reuniones
preparatorias.
Esta actividad
surge como demanda del Consejo y la Comunidad Parroquial que ve necesario
buscar un espacio donde todos los grupos parroquiales compartan oración,
formación y convivencia para conseguir mayor coordinación, entendimiento y
comprensión, en definitiva, fomentar nuestro sentimiento de Iglesia.
3. LOS OBJETIVOS QUE NOS PLANTEÁBAMOS
A. Mejorar el
conocimiento y el ambiente de convivencia entre los distintos miembros de
grupos parroquiales:
·
Al comienzo del
encuentro se presentan los participantes e indican los grupos y tareas en que
participan dentro de la parroquia.
·
Hubo un pequeño
aperitivo antes de la comida compartiendo lo que cada uno trajo, pudiendo
intercambiar ideas sobre el trabajo en la Parroquia al igual que posteriormente
en la comida que nos sirvieron las monjas del Seminario.
B.
Fomentar el encuentro
personal con el Señor:
·
Oración al comienzo del
encuentro compartida entre todos: “ORACIÓN INICIAL” Y “SEÑOR, TE ENTREGO MI
NAVE (ANEXO I y II).
·
En el 2º Bloque:
“Encontrarse con Jesús que anda sobre el agua”, se nos entrega un material con
textos, dibujos e incluso pasatiempos que nos ayudan a orar y encontrarnos con
el Señor a solas cada uno con Él. Estuvimos casi una hora y media en oración
silenciosa por el entorno del Seminario.
(ANEXO III ).
·
Por la tarde preparamos
la Eucaristía y la compartimos en la Capilla del Seminario
C.
Motivar y afianzar el
compromiso personal de trabajo en la parroquia y en el grupo parroquial
concreto.
·
En el primer bloque: “Las aguas que nos
encontramos”, se realizó una dinámica en que cada uno iba diciendo los tipos de
aguas que existen tales como: de río, botijo, destilada, fecal, pantano,
estanque, purificadora, del mar, de colonia, embravecida, cascada, fecales,
termal, torrente, lluvia, nieve, embotellada, de tempestad, de acuario, charco,
con gas,…. Después cada uno tuvo
la ocasión de identificar la situación de la Comunidad Parroquial con algún tipo de agua de las nombradas.
Destacaron:
o
Como un estanque, en calma
o
Como un río tranquilo, que discurre sin sobresaltos.
o
Como agua destilada o embotellada, pura, sin mancha.
o
Como un agua fecal, demasiado estancada.
o
Como una cascada,
o
Como agua de lluvia, buena o mala según la intensidad y el momento de
cada uno.
o
Como agua de tempestad
o
Como de un acuario,
o
Como de un charco, provisional
o
Con gas
·
En el cuarto bloque: “El
agua en la que nado”, basándonos en los tres momentos del mar: OLAS, RESACA Y
CALMA, se trabajaron varios textos:
o
ANEXO IV: Las OLAS,
destacamos frases de los textos con las que nos identificamos a la hora de
analizar las principales dificultades
encontradas en nuestros pequeños y grandes compromisos cristianos del
presente y del pasado:
§
Cristiano distinto a
comprometido
§
No considerar el
compromiso como una “obligación”
§
Encerrarse en la propia
intimidad, quedarse el Evangelio para sí mismo.
§
Descompensación entre
AMOR-SERVICIO-ORACIÓN
§
No ir al encuentro del
Hermano, Fe sin obras.
§
Falta de testimonio, de
honestidad, de resultados (miedo al fracaso)
§
Lavarse las manos ante
la injusticia
§
Juzgar a los demás
§
Impotencia, ir
contracorriente
§
Desunión
§
Desconfianza
§
No hacer atractivas
nuestras tareas
Compartimos ejemplos de compromisos cristianos
personales de cada uno y comparamos las dificultades encontradas.
o
LA RESACA: ¿Qué hace que abandonemos nuestros compromisos?
§
Nos quemamos
§
Falta de tiempo: la familia y las actividades caseras y laborales nos
absorben
§
Está en escalafón bajo de nuestra cadena de valore, o prioridades.
§
No identificaba mis ideas con las
del grupo
§
Dificultades para dar resultados
§
Falta de ilusión, pereza,…
o
LA
CALMA: …y entonces descubrimos que Dios estaba con nosotros tendiéndonos la
mano como a San Pedro en el lago… Compartimos momentos personales en qué
sentimos esa mano acogedora que nos hace salir a flote, superando miedos y
animándonos a seguir.
§
Lo
vemos en los trabajos diarios
§
En
los otros, en el familiar o amigo enfermo o necesitado, en nuestro trato con
los demás.
§
Se
siente consuelo y ganas de seguir para adelante.
o
Finalmente
se entrega el ANEXO V: DECÁLOGO DEL
COMPROMISO MODESTO Y SIGNIFICATIVO que ayude a la hora de escoger un compromiso
cristiano concreto.
·
En
el quinto bloque: “Zambullirse”, realizamos la dinámica de las peceras (grupos
parroquiales) en la que cada uno personalmente deseaba trabajar y fue
escogiendo. Además analizamos escuetamente el funcionamiento de cada uno según
su propia experiencia y cómo mejorarlo. Posteriormente y personalmente, cada
uno realizó el cuestionario ANEXO VI, en donde reflexionó sobre sus
posibilidades de compromiso para éste curso en la Parroquia. Dentro de éste
apartado cada uno tuvo ocasión de expresar el por qué de su compromiso o no
compromiso y manifestar su opinión sobre el funcionamiento de la Parroquia en
general, saliendo un tema que afecta a todos y que es la LIMPIEZA de las
habitaciones y salones parroquiales que deja mucho que desear, achacándolo a la
dejadez de los animadores de los grupos que trabajan en ellos pero también a la
falta de limpiadora para estas zonas por donde pasan muchos niños a lo largo de
la semana, ya que sólo limpian en el Templo y planta de abajo. Quedamos todos
en transmitir ésta inquietud a quienes no asisten a la convivencia y algunas
personas se ofrecieron a crear un grupo de limpieza.
4. En cuanto al GASTO FINAL :
GASTOS
-
Fotocopias:
cubiertos por la parroquia y organización
-
Aperitivo:
Parroquia y asistentes
-
Comida:
Parroquia (en la Eucaristía la colecta se destina a ayudar en el gasto)
-
Materiales: aportados por Parroquia y organización
5. VALORACIÓN
CUANTITATIVA Y CUALITATIVA.
-
Valoración cuantitativa:
·
Horas de dedicación:
o
Preparación:
15 horas
o
Realización:
10 horas. Se empezó a las 10 y acabamos
a las 20 h.
·
Número de responsables: 5 .
·
Número de participantes: Asisten 34 personas de los grupos
parroquiales de Cáritas, catequesis, cofradías del Cristo de la Expiración y
Virgen del Carmen, Scout, conferencias de San Vicente de Paúl, … Algunos
asisten media jornada por motivos personales y de algunos grupos sólo acuden
unos pocos. Teniendo en cuenta que habitualmente colaboran unas 80 personas
como mínimo como catequistas, responsables, miembros de directivas o animadores
en general, aún se hace necesaria una mayor participación.
-
- Valoración cualitativa(calidad): Se retoma en la Parroquia ésta sana costumbre de
encontrarnos en una convivencia todos los grupos de la Parroquia. Se ha realizado
cerca de nuestro entorno para facilitar la asistencia del mayor número de
personas. Tanto la temática como los animadores ha sido lo mejor valorado por
los participantes seguido de la metodología. El resto de aspectos se valoran en
general como buenos por lo que consideramos que los objetivos se han
conseguido. De todas formas en las observaciones realizadas hay que mejorar
algunos aspectos como la información previa de la convocatoria o la necesidad
de que sean otras personas las que preparen posteriores encuentros para que se
sientan también implicados en la organización. No es muy relevante los aspectos
negativos pero la mala relación entre participantes que han observado algunos
debería tenerse en cuenta e ir solventándola.
-
En
lo que más ha gustado destacar la Oración y quienes dicen que todos los
contenidos le han gustado.
-
6. CONCLUSIÓN FINAL
Siempre se
echa de menos más gente, algunos grupos tenían poca presencia, pero
prácticamente todos estaban representados. Creemos importante que todos los
participantes transmitan lo que allí se habló. Para ello elaboramos ésta
memoria, para hacerla llegar a los que no pudieron o no quisieron asistir. En
ella incluimos el material utilizado que esperamos todos podamos aprovechar al
máximo.
Todos salimos con la sana
intención de repetir estas convivencias periódicamente por lo positivas que son
para mejorar el sentido comunitario y de Iglesia de nuestra fe, aspecto que,
sin esperarlo, se vio reforzada por la inesperada visita del Sr. Obispo y de D.
Rafael Higueras, los cuales nos dirigieron unas palabras de aliento en nuestra
tarea diaria en la Parroquia.
RESULTADOS
DE LA EVALUACIÓN
CONVIVENCIA
PARROQUIAL 2008 –
5
DE SEPTIEMBRE DE 2008
-
34 PARTICIPANTES
- Realizan el cuestionario de evaluación:
21 participantes
QUE TE HA PARECIDO...
|
MUY MALA
|
MALA
|
BUENA
|
MUY
BUENA
|
NO CONTESTA
|
1.
La TEMÁTICA, los contenidos
tratados
|
|
|
14
|
7
|
|
2.
La METODOLOGÍA de trabajo, las técnicas empleadas,
|
|
|
17
|
4
|
|
3.
La RELACIÓN entre los/as
participantes, el clima grupal, el intercambio y la comunicación
|
1
|
2
|
13
|
3
|
|
4.
La labor de los ANIMADORES, su
capacidad de comunicar y hacer participar.
|
|
|
15
|
6
|
|
5.
Las condiciones MATERIALES
(locales, mobiliario, recursos técnicos, etc)
|
|
|
18
|
3
|
|
6.
Las condiciones de calendario y HORARIO
(fecha, horarios, etc.)
|
|
|
19
|
|
2
|
7.
Cómo valoras TU PARTICIPACIÓN en
la Jornada
|
|
1
|
17
|
3
|
|
8.
Cómo valoras TU APROVECHAMIENTO,
el aprendizaje recibido.
|
|
1
|
15
|
3
|
2
|
9. ¿Qué es lo que más te
ha gustado de los temas tratados?
-
Todo. (4)
-
La 2ª y 4ª parte
-
Han sido dinámicas y participativas
-
El tiempo libre (suficiente)
-
La oración personal, aunque ha sido corta (3)
-
La Eucaristía y la participación
-
La convivencia que hemos tenido todas las personas, que
hemos podido compartir y pasar un rato muy agradable, la convivencia ha sido
muy buena ya que sin ella no hubiéramos podido tratar los temas que afectan a
todos los grupos parroquiales.
10. ¿Qué es lo que
mejorarías respecto a estos temas para posteriores convivencias?
-
Que lo preparen otras personas, que valoren el tiempo que
se necesita y el trabajo que supone para que todo esté cuestionado. (2)
-
No terminar tan tarde
-
Enviar el horario a los participantes de la
convivencia antes (3)
-
Alguna dinámica de más moverse o participar mezclándose
los miembros
-
Dinámica de presentación de los diferentes participantes.
-
No me dejan concentrarme
ALGUNOS CONTENIDOS:
ANEXO I ORACION INICIAL
Señor,
consciente de nuestra debilidad y de nuestra necesidad de renovación, te
pedimos: quédate con nosotros a lo largo de este día de encuentro para,
escuchándonos mutuamente y a la luz de tu Palabra, sepamos descubrir qué
conversión necesitamos y qué caminos debemos emprender.
Envíanos tu
Espíritu y que él renueve desde dentro, revitalice y fecunde nuestra comunidad
parroquial para que seamos de veras tu pueblo. Un pueblo que marcha por los
caminos de nuestro tiempo; un pueblo, signo visible de tu amor para con todos;
un pueblo movido por el deseo de dar respuesta a los temores y esperanzad de
tantos hermanos nuestros.
Señor, haz de
nosotros un pueblo que ame la justicia y te busque en los más pobres; un pueblo
en ambiente de fiesta porque vive la alegría de reunirse en torno a ti. Que por
nuestro testimonio, los hombres y mujeres que nos rodean descubran en la
Iglesia tu verdadero rostro.
Te lo pedimos
de todo corazón, unidos a tu Hijo Jesucristo, guía y hermano nuestro, que
contigo vive y reina por siempre. Amén.
ALEGRE LA MAÑANA
Alegre la mañana que nos
habla de ti,
alegre la mañana. (bis)
En
nombre de Dios padre, del Hijo y del Espíritu
salimos
de la noche y estrenamos la aurora;
saludamos
el gozo de la luz que nos llega
resucitada
y resucitadora.
Bendita
la mañana que trae la gran noticia
de
tu presencia joven en gloria y poderío;
la
serena certeza con que el día proclama
que
el sepulcro de Cristo está vacío.
Evangelio de San Juan 21, 1-14
Después de
esto, se manifestó Jesús otra vez a los discípulos a orillas del mar de
Tiberíades. Se manifestó de esta manera. Estaban juntos Simón Pedro, Tomás,
llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los de Zebedeo y otros dos
de sus discípulos. Simón Pedro les dice: «Voy a pescar.» Le contestan ellos:
«También nosotros vamos contigo.» Fueron y subieron a la barca, pero aquella
noche no pescaron nada.
Cuando ya
amaneció, estaba Jesús en la orilla; pero los discípulos no sabían que era
Jesús. Jesús les dijo: «Muchachos, ¿no tenéis pescado?» Le contestaron: «No.»
El les dijo: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.» La
echaron, pues, y ya no podían arrastrarla por la abundancia de peces. El
discípulo a quien Jesús amaba dice entonces a Pedro: «Es el Señor», se puso el
vestido - pues estaba desnudo - y se lanzó al mar. Los demás discípulos
vinieron en la barca, arrastrando la red con los peces; pues no distaban mucho
de tierra, sino unos doscientos codos.
Nada más
saltar a tierra, ven preparadas unas brasas y un pez sobre ellas y pan. Jesús
les dijo: «Traed algunos de los peces que acabáis de pescar.» Subió Simón Pedro
y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y, aun
siendo tantos, no se rompió la red.
Jesús les
dice: «Venid y comed.» Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle:
«¿Quién eres tú?», sabiendo que era el Señor. Viene entonces Jesús, toma el pan
y se lo da; y de igual modo el pez. Esta fue ya la tercera vez que Jesús se
manifestó a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.
ANEXO II
ORACIÓN: SEÑOR, TE ENTREGO MI NAVE
Señor, no sé si es nueva
llamada tuya, es enfermedad o imaginación mía…
lo que ahora siento.
Ya sabes. A veces, veo que la
vida corre a velocidades de vértigo.
Veo
la nave de mi vida, no a la deriva, pero sí muy vacía.
Las horas y los minutos
pasan.
¡Y cuánto se puede amar en un
minuto!
La vida, como el agua, se
evapora,
y quedan mis campos - ¡tantos
campos!- sin sembrar.
¿Me faltan las semillas?
¿Las lanzo sin convicción?
¿No tienen calidad?
¿Sueño
en vez de …lanzarlas?
Creo que Tú nos quieres
felices a todos,
y yo podía sembrar mucha más
felicidad a mi alrededor.
Nos quieres en paz,
y no la he construido con
lucidez, constancia y audacia.
Y me quedo muy corto a la
hora de apostar por la utopía…
Nos quieres más hermanos,
y no he contribuido demasiado
a un mundo de fraternidad
con decisión y coraje.
Más bien he dejado crecer a
mi alrededor
racismos,
desuniones, mediocridades.
Nos quieres a tu imagen,
y me veo copia borrosa,
difícilmente identificable…
No creo que todo sea puro
remordimiento,
insatisfacción, frustración
por ser tan enano.
Me miro, Señor,
y me pregunto si es amor lo
que me aguijonea,
si es remordimiento,
si vivo un consumismo
espiritual,
si busco eficacia inmediata,
si es un mecanismo
encubierto…
O a lo mejor, Señor, he
tomado más conciencia
de lo que soy y de lo que Tú
eres,
de
lo que yo puedo y de lo que Tú exiges.
Por eso, lo que se me ocurre
es pedirte, Señor,
más luz para ver claro,
más amor para amar mejor,
más fuerza para darme
totalmente.
Ayúdame a dar
el máximo contenido humano a
mi vida en cada minuto.
Quiero ser para todos.
Y quiero que cada uno sea lo
más importante para mí.
Tan importante como Tú.
Que mi vida acerque a los
hombres entre ellos.
Y
a todos Contigo.
Yo, Señor, cuento, sigo
contando contigo.
Quiero que Tú puedas
realmente contar conmigo.
Gracias, Señor. Confío.
Te entrego mi nave. Haz Tú de
capitán.
(Alfonso
Francia)
ANEXO III
JESUS
CAMINA SOBRE LAS AGUAS »
Evangelio
Inmediatamente
después Jesús obligó a sus discípulos a que se embarcaran; debían llegar antes
que él a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Jesús, pues, despidió
a la gente, y luego subió al cerro para orar a solas. Cayó la noche, y él
seguía allí solo. En tanto, la barca estaba ya muy lejos de tierra, y las olas
le pegaban duramente, pues soplaba el viento en contra. Antes del amanecer,
Jesús vino hacia ellos caminando sobre el mar. Al verlo caminando sobre el mar,
se asustaron y exclamaron: “¡Es un fantasma!” Y por el miedo se pusieron a
gritar. En seguida Jesús les dijo: “Animo, no teman, que soy yo.” Pedro
contestó: “Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti caminando sobre el agua.”
Jesús le dijo: “Ven.” Pedro bajó de la barca y empezó a caminar sobre las aguas
en dirección a Jesús. Pero el viento seguía muy fuerte, tuvo miedo y comenzó a
hundirse. Entonces gritó: “¡Señor, sálvame!” Al instante Jesús extendió la mano
y lo agarró, diciendo: “Hombre de poca fe, ¿por qué has vacilado?”
Subieron
a la barca y cesó el viento, y los que estaban en la barca se postraron ante
él, diciendo: “¡Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios!”
Homilía
Cristo
despidió a la multitud, y a sus discípulos los hizo subir a la barca, pero Él
subió al monte solo. Después de haber hecho el milagro con la multitud y dejado
un encargo a sus discípulos, el retiro voluntario de Jesús se nos ofrece como
meditación e invitación a cada uno de nosotros.
Muchas
veces la gente confunde soledad con aislamiento. La soledad en tantos y tantos
momentos de la vida es no sólo conveniente sino necesaria. La soledad desvela
nuestras carencias y riquezas y nos hace entender de verdad quienes somos. Hay
personas que tienen miedo no a quedarse a solas sino la soledad, no la aguantan
ni la toleran, les es muy costoso encontrarse consigo mismo.
¿Estás
interiormente vacío? ¿Por qué crees que hay personas que prefieren el bullicio
al silencio?
Los
discípulos estaban ya lejos cuando se encontraron con una tormenta. Sienten
miedo… En el Evangelio una y otra vez se nos dice: “no tengan miedo…” El miedo
es algo connatural al ser humano. Hay miedo a todo lo que desconocemos y a lo
que conocemos. Hay personas que son auténticos nidos de miedos interiores donde
el temor se ha convertido en su única referencia.
En
la vida espiritual el tener miedo tiene un doble y preocupante significado:
1.
Muchas veces se tiene miedo porque no se confía de verdad en Dios.
2.
El miedo exterior puede perturbar nuestro interior, ya que, al
perder la serenidad, se pierde el control mental y el equilibrio emocional.
Pedro
se asusta. Es un hombre osado, pero lleno de temor por lo que estaba ocurriendo
a su alrededor, y así y todo es capaz de querer ir con Jesús, a su lado. No dijo:
Mándame ir sobre las aguas… sino que dijo: mándame ir a ti… Sacar fuerzas de
nuestros propios miedos para pedir al Señor que queremos estar con Él, en su
dirección, a su lado; qué bonita enseñanza nos deja el apóstol.
¿Eres
capaz de confiar plenamente en el Señor? ¿Cuándo comienzas algo en tu vida
intentas ponerlo en manos del Señor?
Jesús
le pide a Pedro que venga hacia Él. Pedro anda sobre el agua al fiarse de
Jesús. ¡Cuántas veces nos movemos por aguas inseguras e incluso peligrosas y
sólo Dios es quien no nos deja que nos hundamos en nuestros propios miedos!
Pedro
se puso a andar en dirección a aquel a quien tanto quería. Su desconfianza
estaba motivado por la fuerza del viento y, aunque estaba caminando en la
dirección correcta apareció de nuevo el temor y comenzó a hundirse. Cuando la
fe le sostenía se mantenía, desde que la fe le faltó empezó a desequilibrarse.
El hundimiento de nuestros espíritus se debe a la debilidad de nuestra fe.
Somos
débiles porque nuestra fe es débil. El verdadero creyente nunca se hunde del
todo. Pedro empieza a gritar a Jesús: “¡Sálvame, Señor!” y nos deja así una
enseñanza permanente para nuestra vida: también nosotros tenemos que pedir
desesperadamente la salvación de Dios.
Jesús
le salva del peligro agarrándolo. Es una escena parecida a la que vemos en esos
ya frecuentes salvamentos marítimos que nos ponen por televisión, pero este es
un salvamento más completo: le devuelve la vida que se perdía por momentos y le
da motivos más que convincentes para seguir viviendo; en una palabra: le salva.
La
mano de Cristo siempre está extendida para salvar al que lo necesita.
Cuanto
más creamos menos dudaremos. Todas las dudas y temores que nos desalientan se
deben a la debilidad de nuestra fe. Dudamos porque nuestra fe es poca y eso les
pasó a los mismos discípulos que compartieron todo con Jesús y, sin embargo,
fueron tan fáciles a la hora de dudar.
¿Cuáles
son las seguridades de tu vida?
El
Señor subió a la barca y se calmó el viento y la tempestad. Cuando Dios entra
en la vida de una persona, a su interior, hace que cesen allí los vientos y las
tempestades y nos trae su paz.
El
método para permanecer tranquilos en medio de las pruebas de la vida, es el
reconocer que Él es un Dios con nosotros, que está a nuestro lado pendiente de
lo que nos sucede.
A
este Evangelio se le dan dos interpretaciones. Lo menos importante es si Jesús
caminó realmente sobre el agua o que la barca se acercó a la orilla llevada por
el viento y el temporal; lo importante es que Jesús estuvo allí para ayudarlos.
Cuando todo parecía irremediable, el Señor estaba en el sitio justo para ayudar
y salvar.
Lo
que ocurrió es una señal y un símbolo de lo que Él hace siempre por los suyos
cuando el viento nos es contrario y estamos en peligro de que nos traguen las
tormentas de la vida.
Pedro
siempre en los peores momentos se agarró a Cristo, como muchos cristianos de
hoy. Lo maravilloso de Pedro es que cada vez que cayó, se levantó otra vez;
tiene que haber sido verdad que hasta sus fracasos le acercaron más y más a
Cristo. Un santo no es el que no falla nunca, sino uno que se levanta y sigue
adelante cada vez que cae. Los fracasos de Pedro sólo le hicieron amar más a
Jesús.
*
* *
1.
¿En qué momentos de tu vida sientes la presencia del Señor?
2.
¿Cuáles son los temores que has superado en tu vida?
3.
¿Te sientes salvado por el Señor?
4.
¿Qué es para ti ser santo?
5.
¿Eres co-salvador de los más débiles y necesitados? ¿Cómo?
Mateo 14, 22-33. ¡Señor,
sálvame! Jesús se nos muestra con frecuencia recogido en oración. Él que venía
a enseñar a los hombres estando en medio de ellos, se retiraba a menudo
para estar a solas con el Padre. Ese gesto ya era un modo claro de enseñarnos
que hemos de retirarnos a la soledad para hablar con nuestro Padre.
Se ha dicho, y es verdad, que la
oración es como el respirar del alma. En efecto, es imposible vivir una vida
interior seria, de íntima unión con Dios, si no se hace mucha oración. Por otra
parte, y dicho de otra manera, es imposible alcanzar la perfección cristiana
sin hacer oración. Quizás por eso hay pocos santos, porque no hay muchos que
hagan oración.
La oración es descanso del alma,
fortaleza del espíritu, serenidad y confianza en medio de las más arduas
dificultades. Orar es acercarse a Dios, hablarle, comunicarse con Él. De ahí que
la oración levante el ánimo y alegre el corazón, ilumine nuestro camino y nos
capacite para recorrerlo.
El texto nos narra también que los
apóstoles bogaban en medio del mar encrespado, que el viento y las aguas
estaban a punto de hundirles la barca. En aquella noche cerrada, las olas se
agitaban y los vientos les eran contrarios. Jesús se les acerca entonces.
Atónitos contemplan cómo anda sobre las aguas. Es un fantasma, gritan
aterrados. Pero el Señor exclama: Ánimo, soy yo, no tengáis miedo. Fueron unos
momentos que luego han pasado a ser un símbolo para todos los que se encuentran
en medio de un peligro similar, esos momentos en los que parece que todo está
perdido y nos hundimos en medio de la oscuridad que nos rodea. Entonces hemos
de escuchar cómo también a nosotros nos dice que no tengamos miedo. Sí, el
Señor está siempre cerca y nos anima.
Pedro, como tantas veces, intervino de
modo un tanto atrevido. Y se pone a caminar sobre las aguas, hacia Jesús que le
espera. Se sostiene por unos momentos, pero de pronto duda y comienza a
hundirse. ¡Señor, sálvame!, grita asustado... Qué poca fe. Como tú y yo tantas
veces. Pero no importa, acudamos como Pedro al Señor. También a nosotros nos
tomará de la mano cuando todo parezca perdido y nos salvará.
No
le tengas miedo a Dios
|
|
¿Dónde
puede estar nuestra vida y nuestro futuro más seguros que en sus manos?
|
|
|
|
|
ANEXO
IV
“LAS OLAS” QUE NOS IMPIDEN
COMPROMETERNOS
-
En el texto se hace
referencia a lo que significa y no significa el compromiso cristiano: subraya
tres aspectos del texto con los que te
identifiques por haberlo experimentado como dificultad para alcanzar un
verdadero compromiso cristiano. Explícalo poniendo algún ejemplo.
****************
El núcleo de la vida cristiana es
la fe en Cristo, y aunque la fe no es algo visible o palpable empíricamente,
da sentido y una nueva visión de las cosas y de la propia vida. La fe
proporciona a los cristianos la razón última y específica de
todos sus compromisos (porque podría haber otras personas que
realizaran esas mismas tareas, con otra motivación).Al hablar de cristianos comprometidos ¿no sobraría el adjetivo? Se supone que el sustantivo “cristiano” lleva implícito un compromiso… El verdadero cristiano no sólo confiesa su fe, sino que la traduce en obras coherentes con los valores que profesa. Una fe sin obras podría ser una fe muerta, o una fe falsa.
Dicho esto, ¿qué es entonces el compromiso cristiano? No es el cumplimiento de unos preceptos, de unos ritos… Es la puesta en práctica de lo que dijo y vivió Jesús. La prueba de fuego consiste en actuar conforme al Evangelio y no reducir todo a pura moral, a buena conducta. Si no nos comprometemos con la justicia y nos solidarizamos con los pobres y oprimidos, no estamos siguiendo la doctrina de Jesús. Sería un error pensar que la historia de la salvación acontece al margen de la historia general de la humanidad.
El cristiano no debe recluirse en el mundo del espíritu, ni encerrarse en su intimidad. Dios nos hizo sus “colaboradores” en la obra de la Creación, y estamos especialmente llamados al cuidado y justa administración de los bienes de la Tierra, y a procurar que no se conviertan en ídolos desencadenantes de codicia y violencia entre los seres humanos.
Tampoco podemos adoptar ciertas costumbres y modos de pensar, porque “todo el mundo lo hace”. En lo fundamental, nos tocará muchas veces nadar ”contracorriente”, si queremos ser coherentes con nuestra fe. Jesús nos dijo que estábamos llamados a ser la sal del mundo (la que da sabor a “los guisos”). Pero, ¿de qué sirve la sal que se ha “adaptado”, que se ha vuelto insípida, y sabe como el resto de los “alimentos”?
El cristiano, si se queda de brazos cruzados ante las injusticias que se cometen en nuestra sociedad y en el mundo, sería corresponsable (o cómplice) de la violación del derecho a la vida y la libertad, con la injusta distribución de la riqueza… y de todos los atropellos que sufren muchos seres humanos. Tiene que actuar y hacer crítica a toda persona, institución y organización, del tipo que sea, que no respete esos derechos.
Y la jerarquía de la Iglesia tendrá que orientar a los católicos, cuando están en juego decisiones que contribuirán al reconocimiento de los derechos fundamentales y a la promoción del bien común. Y aunque en muchas ocasiones haya sido y seguirá siendo duramente criticada por ello, no debe callar por miedo a molestar o para evitar conflictos, pues su misión está principalmente con los pobres y oprimidos, procurando conseguir un mundo más humano y más justo. Esa es la doctrina de Jesús y lo que sus seguidores debemos intentar llevar a la práctica.
El compromiso cristiano no es una obligación impuesta desde fuera. Nace de nuestro interior y será algo que nos realiza humanamente y nos da felicidad. Bien entendida, no será una felicidad “al uso”, exenta de dificultades, sinónimo de “buena vida”. Toda felicidad auténticamente humana y cristiana tiene que ser solidaria, por eso muchas veces está tan próxima a la renuncia y al sacrificio, por amor a los demás.
La solidaridad, en ocasiones, aminora ciertas necesidades pero no las resuelve, porque ayudamos en momentos puntuales, como para acallar nuestra conciencia. Ser solidario es sobre todo, reconocer los derechos del otro y hacer posible que los ejercite. Cuando está lejos la justicia, se hace urgente la solidaridad, porque es lo único que permite a los pobres sobrevivir. Y aunque nos parezca demasiado tajante, no es algo opcional, sino obligatorio, pues toda persona tiene derecho a disfrutar de las condiciones que le hagan posible vivir con dignidad.
Y ahora que los modernos medios de comunicación nos están mostrando a diario muchos de esos dramas humanos, no tenemos ninguna excusa para ignorar lo que pasa en el mundo. A veces sentimos impotencia, no sabemos qué podemos hacer. Pero si por lo menos nos interpela e intentamos poner nuestro granito de arena para cambiar algo la situación, ya estamos en el buen camino.
El compromiso cristiano es un asunto de sinceridad, de honestidad, de verdad, para con Dios, los demás y nosotros mismos. Si queremos encontrarnos con Dios, salgamos en busca del hermano y tropezaremos con Él.
Para concretar el compromiso personal en la vida diaria, debemos encarnar el mensaje de Jesús en nuestras circunstancias actuales y ver cuáles son sus exigencias (en la familia, en el trabajo, en las relaciones sociales, en nuestros deberes como ciudadanos…). No es necesario hacer cosas extraordinarias, sino actuar con coherencia, sencillez y grandeza de corazón. Alguien dijo una vez: “No hables demasiado de las cosas grandes, déjalas crecer en ti”.
El estilo de vida del “cristiano comprometido” lo marca el Evangelio. Lo central será vivir motivados por el amor, el servicio y la oración. Esta última nos permitirá reconocer a Dios en todas las personas y en las cosas, y a buscar su voluntad en cada acontecimiento de nuestra vida.
Pidamos al Señor luz y valentía para descubrir nuestra labor en cada situación. Que seamos constructores de paz y transmisores de esperanza allá dónde nos encontremos.
* María
Isabel Montiel es Salesiana Cooperadora y profesora de E.
Primaria.
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“LAS OLAS” QUE NOS IMPIDEN COMPROMETERNOS
Ponencia
de Luis Aranguren (responsable del programa
de voluntariado de Cáritas) de la que hacemos un breve resumen:
Comenzamos situándonos para
descubrir que el compromiso no es una opción, ¡ya estamos comprometidos!
(Mounier), la realidad nos compromete queramos o no.
Continuamos
analizando los obstáculos que se presentan en la sociedad actual para vivir el
compromiso:
§
La ideología de lo inevitable: ¡no se puede
hacer nada!, lo que hacen los voluntarios no vale para nada porque los
resultados son mínimos, el mundo es así, no hay nada que hacer.
§
La ideología de la seguridad: ¡lo que hace
falta es pan, seguridad, trabajo!. Los “valores” son para entretener, lo que
vale es lo que se puede contabilizar.
§
La ideología del parche: el voluntariado es
un parche que se pone cuando el estado o el sistema no llega (ataca los
síntomas pero no llega a las causas). De este modo nos quedamos con la
conciencia tranquila “somos buena gente”. “Cuando los proyectos no están al
servicio de los procesos de la gente son tiritas”.
§
Vivencia del compromiso como “liderazgo”, hay
que innovar, hay que fundar lo que sea, tenemos que estar a la cabeza.
§
Vivencia del compromiso como “militancia”, de
modo que se renuncia a la propia persona (todo por la causa, nada para mí),
planteamos una vida “heroica” del “todo o nada”.
Frente a estas dificultades
a la hora de vivir el compromiso planteamos la opción de vivir el compromiso
como “servicio”:
§
Para servir hay que servir (valer),
saber analizar la realidad, tocarla, conocerse a sÍ mismo.
§
Para servir hay que hacerlo con otros.
Ninguno somos propietarios del compromiso, estamos todos comprometidos. No se
trata de dar pedradas cada uno por su lado sino de construir entre todos
un mosaico.
§
Para servir hay que despegarse de lo
propio. Saber tomar distancia de las propias obras y saber que en el
servicio no hay nada mío.
DECÁLOGO DEL COMPROMISO MODESTO Y SIGNIFICATIVO
- Comprometerse es pensar y vivir de otro
modo
(ser sal en la tierra…)
-
Comprometerse
es integrarse en una acción organizada (difícilmente por
libre…)
-
Comprometerse es sentirse portador de realidades inéditas
(debemos actualizar nuestro mensaje para que siempre parezca nuevo…)
-
Comprometerse es cargar la voluntad de acción y viceversa
(no vale con tener voluntad de hacer sino hacer…)
-
Comprometerse
es pisar a fondo la tierra de los excluidos (los débiles, los que les falta lo mínimo
para vivir…)
-
Comprometerse
es creer en la lentitud de los procesos (sin prisas pero sin pausa)
-
Comprometerse
es vivir la rebeldía como valor en desuso (rebelarse
frente a lo establecido…)
-
Comprometerse
es tener los ojos abiertos y los oídos atentos
(con la Biblia en una mano y el periódico en la otra)
-
Comprometerse
es saber contar con los límites propios y comunitarios
(reconocer las propias limitaciones y las de la comunidad)
-
Comprometerse
es creer en lo que hacemos (confiar en que podemos conseguirlo)
ANEXO VI
CUESTIONARIO-COMPROMISO
1.
¿Qué valores,
carismas, características mías puedo poner al servicio de la parroquia?
2.
¿Cuál de los ámbitos
de actuación me va más?
3.
¿Me encuentro ahora
colaborando en alguno de los grupos? ¿Cuál?
4.
¿Qué dificultades me
encuentro para comprometerme este curso?
5.
¿Puedo disponer de
algún tiempo para la parroquia? ¿Cuánto a la semana?
6.
¿En qué área, en qué
grupo me voy a comprometer a trabajar este año?
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